domingo, 8 de septiembre de 2013

PRESBICIA. Cuando la madurez llega al ojo.


La presbicia, más conocida como "vista cansada" se refiere a la aparición progresiva de dificultad para enfocar imágenes en el ámbito cercano (lectura, teléfono móvil, monitor de ordenador...) cuando antes no existía tal inconveniente.
Este fenómeno acontece generalmente superada la cuarta década de la vida, debido al endurecimiento del cristalino (nuestra lupa interna) y al debilitamiento del músculo encargado de modificarlo para producir el enfoque.
Generalmente se presenta con un comienzo insidioso y progresivo, manifestándose más comúnmente por dificultad y cansancio en la lectura, incluso con visión doble ocasional ("se me montan las letras, doctor...").

En aquellos pacientes que no necesitaban corrección óptica previa a la presentación del defecto se les suele pautar las gafas conocidas como "de cerca", que al comienzo serán de potencia baja para luego ir aumentando con el paso de los años. Hay que tener en cuenta que a menudo estos pacientes experimentan cierta ansiedad con la llegada del defecto, en unos casos al asociarlo a un proceso madurativo y en otros por rechazo al uso de gafas por motivos estéticos.

Por otro lado aquellos pacientes que usaban gafas antes de la llegada de la presbicia se encontrarán con el inconveniente de tener que utilizar diferentes graduaciones para lejos y cerca, ya sea con más de una gafa, con el uso de gafas bifocales, gafas progresivas o lentes de contacto multifocales, todas ellas con cierta dificultad de adaptación según el paciente.
Sorprendentemente la medicina actual no ha conseguido desarrollar fármacos que solucionen o retrasen el problema, por lo que muchos pacientes acuden a nosotros demandando una solución, aunque implique un procedimiento quirúrgico, ya sea por su rechazo a las gafas, intolerancia a lentes de contacto o simplemente por mejorar su calidad de vida. Para ellos actualmente disponemos de un número limitado de técnicas, con indicaciones muy específicas, siendo la más utilizada el implante de lente intraocular multifocal, que ofrece una aceptable visión de lejos y cerca sin necesidad de uso de gafas, reservándose para pacientes con cataratas incipientes o defectos asociados.

En los últimos años también se han desarrollado algoritmos específicos para la solución de la presbicia mediante láser, con aceptables resultados preliminares pero sin resultados contrastados a medio y largo plazo. 

En conclusión, la presbicia supone una época visualmente incómoda para los pacientes, pero también es una buena excusa para acudir al oftalmólogo, que tras un examen completo le expondrá las diferentes posibilidades y establecerá la frecuencia de controles periódicos recomendados.


Dr. Javier Rodríguez Martín
Director Médico
CENTRO OFTALMOQUIRÚRGICO DE TENERIFE

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