martes, 1 de enero de 2030

Bienvenidos a nuestro Blog


Mi nombre es Javier Rodríguez y soy el Director Médico del Centro Oftalmoquirúrgico de Tenerife.


Este centro los conforman profesionales especializados formados en la medicina pública de nuestro país, considerada una de las mejores del mundo desarrollado, y que actualmente compatibilizamos nuestra actividad privada con la misma, con el objeto de aplicar siempre los últimos protocolos terapéuticos y complementar aquellas técnicas no disponibles en la medicina pública, como la cirugía refractiva, oculoplástica, contactología...
La apertura de un centro de este tipo dotado con la última tecnología y quirófanos operativos para cirugía mayor ambulatoria ha supuesto un enorme esfuerzo organizativo, administrativo y económico, pero después de 7 años de actividad el balance es muy positivo. Estamos orgullosos de poder ofrecer una alternativa de la mayor calidad sin listas de espera y con la mejor tecnología.

Como Director Médico siempre he dado vital importancia en nuestro centro al carácter humano que éste debe imprimir. A diferencia de una medicina pública cada vez más saturada y con profesionales más desmotivados nuestro centro siempre ha garantizado la personalización de cada caso y la más pronta solución del mismo.


Los profesionales de la medicina siempre estamos aprendiendo. Al ser una displicina que depende mucho de los avances tecnológicos requiere de constante actualización y reciclaje, por lo que precisa que los que nos dedicamos a ella asistamos a muchos cursos y congresos y estemos dispuestos a invertir en los últimos dispositivos, más ahora que los presupuestos públicos están congelados y se necesitan iniciativas particulares.

Una de las consecuencias de intentar estar "a la última" es la de inmplicarse con nuevas vías y tendencias comunicativas, como la redes sociales.
Por ello invitamos a todos nuestros pacientes, seguidores y amigos a visitar nuestra página web y de facebook, y a ayudarnos a mejorar con sus sugerencias.

Y recuerda: ¡PROTEGE TU VISIÓN!

Dr. Javier Rodríguez Martín
Médico Especialista en Oftalmología. Hospital Universitario de Canarias.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Ptosis palpebral


En oftalmología hablamos de ptosis cuando se produce una caída de uno o ambos párpados, generalmente por una  alteración del músculo que eleva el párpado.
Esta caída puede alterar la normalidad a nivel estético, creando una alteración de la armonía facial, sobre todo si es sólo de un ojo, o alterar la normalidad funcional al cubrir temporal o permanentemente el eje visual dificultando la visión.

Aunque existen enfermedades neuromusculares que la producen como la Miastenia Gravis, que se hizo conocida tras afectar al magnate griego Aristóteles Onassis, la causa más frecuente es la degenerativa, siendo la ptosis senil su variante más común.

Una cuestión importante es diferenciar la ptosis de la caída secundaria a un aumento de grasa en los párpados por las conocidas “bolsas” que se trata con técnicas quirúrgicas diferentes (blefaroplastia).
El manejo de la ptosis palpebral debe incluir un correcto estudio neurofisiológico que descarte enfermedades como la miastenia o la distrofia óculofaringea, ésta última acompañándose de dificultades para tragar por parte de los pacientes. En el caso de los niños hay que actuar precozmente si dificulta la vista para evitar el conocido “ojo vago”.

La técnica quirúrgica dependerá del estado del músculo del párpado. Si está desprendido se reinsertará, si está distendido se acortará, pero si está paralítico tendremos que colocar unas sondas de silicona o similar para que sea la frente la que eleve el párpado al contraerse.
La recuperación suele ser corta requiriendo frío local y pomada antibiótica. Los puntos se retiran en torno a los quince días.

En resumen, si advierte en usted o los suyos este tipo de patología no dude en consultar a oftalmólogos expertos en este tipo de cirugía, que le orientarán específicamente sobre su caso.

 
Dr. Javier Rodríguez Martín
Director Médico
CENTRO OFTALMOQUIRÚRGICO DE TENERIFE

DACRIOCISTITIS CRÓNICA. Cuando falla la vía lagrimal.


El ojo en su parte más externa funciona como el parabrisas de un coche que necesita constantemente aporte acuoso para que los parabrisas (los párpados) limpien y humedezcan su superficie.

La lágrima se genera en la órbita cercana al párpado y después de su contacto con el ojo se recoge en un sistema llamado aparato lagrimal, que consta de unos canales de recogida (los canalículos), que la transportan a un saco antes de enviarla bajo la piel a la nariz.
El padecimiento de infecciones reiteradas de la superficie ocular (conjuntivitis más frecuentemente)  o del saco (dacriocistitis aguda) puede provocar que la cicatrización cierre la vía natural de desagüe ocasionando el rebosamiento continuo de la lágrima, síntoma que recibe el nombre de "epífora".

Lo cierto es que cuando la vía lagrimal se obstruye puede resultar muy molesto para el paciente, no solo por el continuo lagrimeo, sino por el empañamiento que ocasiona en las gafas, la irritación cutánea parpebral secundaria, o las infecciones repetidas que ocasiona.
El único tratamiento que soluciona el problema implica una intervención. Si es posible se puede insertar un tubo plástico (stent) que salva la obstrucción, aunque en muchas ocasiones solo supone una mejora temporal. Si esta medida no funciona hay que recurrir a la cirugía mayor.

En los últimos años se ha popularizado el láser para esta cirugía; esta técnica tiene la ventaja de ser muy rápida y no requerir puntos de sutura. Pero a pesar de las nuevas tecnologías la técnica clásica sigue mostrando los mejores resultados a largo plazo, aunque requiere de puntos de sutura. En casi todos los casos se inserta en la operación una sonda de silicona que se retirará semanas o meses después.

La única forma de evitar la aparición de este problema es acudir al oftalmólogo en cuanto aparezcan los primeros síntomas de una infección ocular, para trataría convenientemente y evitar males mayores...

Dr. Javier Rodríguez Martín
Director Médico
CENTRO OFTALMOQUIRÚRGICO DE TENERIFE

La oftalmología y el mundo 3D


Los órganos visuales en la evolución de los seres vivos pasaron de ser simples sensores de luz hace mil millones de años a formar complejos sistemas ópticos y nerviosos, que en un principio ofrecían al ser vivo una visión monocular aceptable de su entorno cercano, pero que después llegó más allá, al conjugarse la visión de los dos ojos e imbricar la misma en los procesos cerebrales adecuados.

Esto que suena complicado es lo que conocemos como percepción de imágenes en 3D, que constituye la visión normal en sujetos sanos: un ojo ve una imagen y el otro la misma imagen pero desde un ángulo diferente, estas dos imágenes se integran en el cerebro dando lugar a la llamada ilusión tridimensional o de profundidad.

Para poder tener este tipo de visión, también llamada estereoscópica o de relieve se necesita una correcta función visual en los dos ojos, y que las conexiones cerebrales que permiten esta función se estimulen y desarrollen antes del fin de la maduración cortical visual, que en el cerebro humano sucede en torno a los ocho años de edad.
El recurso de la ilusión 3D en la cinematografía se empezó a utilizar en 1915 en Nueva York y tuvo su auge en la década de los 50, pasando al olvido durante muchos años con producciones puntuales hasta los últimos años.

Pero últimamente parece que vuelve a estar “de moda” gracias a la mejora de la tecnología implicada. Para su creación actualmente se utilizan cámaras de alta definición separadas entre sí. En las salas se proyectan ambas imágenes y al utilizar unas gafas especiales que nos permiten diferenciar en cada ojo la imagen correspondiente se crea en el cerebro la ilusión óptica buscada.
¿Y qué tiene que ver la oftalmología en todo esto? Pues que aquellas personas que no tienen una correcta visión en ambos ojos no pueden tener la llamada ilusión tridimensional y, entre otras cosas, no disfrutan de dicho efecto en las películas 3D. Lo más común es que se deba a falta de una adecuada corrección óptica, o a la presencia del denominado “ojo vago”, que si se detecta a tiempo (antes de los ocho años) puede tener remedio en la mayoría de los casos.

Es por ello que si te cuesta apreciar el efecto de relieve en las películas o en otros formatos (láminas…) o lo adviertes en tus hijos el mejor consejo es acudir a un oftalmólogo, que realizará las pruebas adecuadas para detectar el origen del problema.
Porque además parece que esta vez el 3D viene para quedarse largo y tendido…


Javier Rodríguez Martín
Médico Oftalmólogo
Director Médico 
Centro Oftalmoquirúrgico

PRESBICIA. Cuando la madurez llega al ojo.


La presbicia, más conocida como "vista cansada" se refiere a la aparición progresiva de dificultad para enfocar imágenes en el ámbito cercano (lectura, teléfono móvil, monitor de ordenador...) cuando antes no existía tal inconveniente.
Este fenómeno acontece generalmente superada la cuarta década de la vida, debido al endurecimiento del cristalino (nuestra lupa interna) y al debilitamiento del músculo encargado de modificarlo para producir el enfoque.
Generalmente se presenta con un comienzo insidioso y progresivo, manifestándose más comúnmente por dificultad y cansancio en la lectura, incluso con visión doble ocasional ("se me montan las letras, doctor...").

En aquellos pacientes que no necesitaban corrección óptica previa a la presentación del defecto se les suele pautar las gafas conocidas como "de cerca", que al comienzo serán de potencia baja para luego ir aumentando con el paso de los años. Hay que tener en cuenta que a menudo estos pacientes experimentan cierta ansiedad con la llegada del defecto, en unos casos al asociarlo a un proceso madurativo y en otros por rechazo al uso de gafas por motivos estéticos.

Por otro lado aquellos pacientes que usaban gafas antes de la llegada de la presbicia se encontrarán con el inconveniente de tener que utilizar diferentes graduaciones para lejos y cerca, ya sea con más de una gafa, con el uso de gafas bifocales, gafas progresivas o lentes de contacto multifocales, todas ellas con cierta dificultad de adaptación según el paciente.
Sorprendentemente la medicina actual no ha conseguido desarrollar fármacos que solucionen o retrasen el problema, por lo que muchos pacientes acuden a nosotros demandando una solución, aunque implique un procedimiento quirúrgico, ya sea por su rechazo a las gafas, intolerancia a lentes de contacto o simplemente por mejorar su calidad de vida. Para ellos actualmente disponemos de un número limitado de técnicas, con indicaciones muy específicas, siendo la más utilizada el implante de lente intraocular multifocal, que ofrece una aceptable visión de lejos y cerca sin necesidad de uso de gafas, reservándose para pacientes con cataratas incipientes o defectos asociados.

En los últimos años también se han desarrollado algoritmos específicos para la solución de la presbicia mediante láser, con aceptables resultados preliminares pero sin resultados contrastados a medio y largo plazo. 

En conclusión, la presbicia supone una época visualmente incómoda para los pacientes, pero también es una buena excusa para acudir al oftalmólogo, que tras un examen completo le expondrá las diferentes posibilidades y establecerá la frecuencia de controles periódicos recomendados.


Dr. Javier Rodríguez Martín
Director Médico
CENTRO OFTALMOQUIRÚRGICO DE TENERIFE

Cirugía Refractiva LASIK. 20 años entre nosotros.


El pasado año se cumplieron 20 años de la llegada de la técnica LASIK para la cirugía de defectos refractivos como la miopía, hipermetropía y astigmatismo. 
En este tiempo muchos son los estudios que han analizado los resultados y evolución de los pacientes intervenidos y de la tecnología desarrollada para hacer más eficaz esta técnica, con resultados muy satisfactorios en aquellos casos correctamente indicados.

Hay que recordar que esta técnica se basa en el “tallado” mediante un láser muy preciso denominado excímer de la cornea a la que previamente hemos separado una capa superficial para facilitar la cicatrización y el postoperatorio. Los detalles pueden ser vistos con más detalle en nuestra pagina web (www.coqtenerife.com).
Lo cierto es que para que los resultados sean exitosos lo mas importante es una correcta indicación, la cual se obtiene tras el debido estudio del paciente, y no solo con la tecnología adecuada sino también teniendo en cuenta el contexto personal, laboral y ambiental del mismo. 

Por ejemplo si un paciente es un usuario responsable de lentes de contacto y no presenta intolerancia a las mismas solo tiene sentido la intervención si precisa superar una oposición que exige buena visión sin corrección.
Del mismo modo, un paciente que se frota mucho sus ojos y que dudamos que cumpla a “rajatabla” las pautas de tratamiento o el reposo postquirúrgico, no es un buen candidato.

En cambio si el paciente realiza un compromiso de debido cuidado pre y postquirúrgico y su ojo cumple las condiciones necesarias se beneficiara de las bondades de esta cirugía. 
Con pocas molestias durante la cirugía (unos siete minutos por ojo) y mínima incomodidad las primeras 24 horas y con las debidas precauciones el paciente experimentará un drástico cambio en su calidad de vida.

Muchas son las sensaciones y mejoras que advierten los pacientes tras ser operados, pero hay tres en particular que nos relatan con mas frecuencia. La primera es la sorpresa de ser capaces de ver el despertador al levantarse, la segunda advertir que pueden diferenciar los envases situados en la ducha durante la misma. Y la tercera siempre es a posteriori y se refiere a la capacidad de poder diferenciar tras el baño en la playa o la piscina el lugar donde se encontraba la toalla…Además tanbien es común que todos confiesen haber dudado mucho para decidir intervenirse pero asimismo la práctica totalidad de los pacientes reconocen tras el resultado que es la mejor decisión que han tomado en su vida.

Y es que los que no padecemos defectos refractivos no creo que sepamos valorar la diferencia de calidad de vida que tenemos respecto a los que lo padecen. Ventajas tan simples para nosotros como poder ver el despertador sin usar gafas o lentillas (prótesis al fin y al cabo) la genética se lo impide a estas personas. 
Esa es una de las razones que impulsa a tanta gente a decidir intervenirse. 

En nuestra experiencia con más de mil ojos intervenidos hemos podido contrastar la fiabilidad de la cirugía en los pacientes aptos para la misma, y podemos garantizar un índice de satisfacción muy elevado, habiendo conseguido en el 100% de los casos la independencia de gafas y lentes de contacto y un salto patente en la calidad de vida de nuestros pacientes.

Por ello esta técnica lleva 20 años entre nosotros, y lo que le queda…


 
Dr. Javier Rodríguez Martín

Director Médico
CENTRO OFTALMOQUIRÚRGICO DE TENERIFE

Blefaroplastia estética.

Vivimos un periodo caracterizado por la importancia creciente de la estética como  condicionante en las relaciones personales, laborales y sociales. Un continuo bombardeo mediático intenta adoctrinarnos en el culto hacia determinados patrones de belleza, y aumenta su influencia en estos ámbitos…si pareces  joven y más guap@ tendrás mas posibilidades de conseguir amistades, trabajo, negocios, pareja…

En toda disciplina quirúrgica existe un componente estético o plástico.  Es el que intenta llevar a cabo la reparación o restauración intentando minimizar las secuelas morfológicas, o sea, intentar que nuestra cirugía produzca la menor cicatriz e irregularidad secundaria. 

En oftalmología existe un creciente interés por esta faceta de la cirugía. Cada día son  más los oftalmólogos que comunicamos nuestra experiencia y técnicas para mejorar la condición estética de nuestros pacientes. En muchos de ellos el motivo de la cirugía se debe al paso del tiempo, pero en otros es consecuencia de alguna enfermedad o patrón heredado, como la presencia precoz de ”bolsas” en los párpados.

Las llamadas bolsas parpebrales se presentan debido a una herniación de la grasa orbitaria del ojo, por debilidad de las barreras naturales que la contienen. Su presencia confiere un aspecto “cansado” al que las padece e incrementa su edad aparente. Tenemos normalmente dos bolsas grasas en los párpados superiores y tres en los inferiores, que cuando adquieren un tamaño considerable pueden incluso comprometer la visión del paciente.



La cirugía persigue recolocar o reducir el componente graso hipertrofiado y reforzar los tejidos de contención del mismo, eliminando el sobrante de piel si lo hubiera. Para ello realizamos incisiones en piel o en conjuntiva, accedemos a la grasa y la extirpamos, reforzando su tabique natural de sostén, llamado septum. El paciente deberá guardar reposo en los días siguientes a la intervención, aplicando frío localmente y pomada antibiótica, con disminución progresiva del edema y los hematomas que casi siempre se producen.

Es muy importante en este tipo de cirugías electivas que los pacientes no desarrollen falsas expectativas respecto al resultado. Hay que insistir en que el objetivo es armonizar el contorno periocular para que el resultado sea mejorar el estado previo imprimiendo un aspecto  descansado y menos envejecido. Ese debe ser el resultado esperado, evitando transmitir al paciente la idea de que esta cirugía le devolverá la juventud perdida. No existe actualmente técnica quirúrgica que consiga tal fin. Si el/la paciente es candidato/a se puede complementar la cirugía con la inyección de toxina botulínica o de acido hialurónico cuyo objetivo es ampliar la regularización de la superficie  cutánea periocular y facial, eliminando arrugas e imperfecciones.


En resumen, si estas pensando operarte las “bolsas” de los parpados ponte en manos de profesionales que podamos acreditarte experiencia en ese campo, y te orientaremos de forma personalizada en tu caso.


Dr. Javier Rodríguez Martín
Médico Especialista en Oftalmología. Hospital Universitario de Canarias.